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Pero Cristo[a] fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios(A), cuya casa somos nosotros(B), si retenemos firme(C) hasta el fin nuestra confianza(D) y la gloria[b] de nuestra esperanza(E).

Por lo cual, como dice el Espíritu Santo(F):

«Si ustedes oyen hoy Su voz(G),
No endurezcan sus corazones, como en la provocación,
Como en el día de la prueba en el desierto(H),

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Footnotes

  1. Hebreos 3:6 I.e. el Mesías.
  2. Hebreos 3:6 O el gloriarnos.